149 grabaciones de Bob Dylan de finales de los años sesenta y principios de los setenta han sido halladas en un apartamento del barrio neoyorquino de Greenwich Village, que el cantante utilizó como estudio hace más de 40 años.
Han sido halladas en el 124 Oeste de la Calle Houston, un pequeño estudio cerca de la casa del cantante por aquella época. Se tratan de ensayos, demos y descartes de los que serían sus discos 'Nashville Skyline', 'Self Portrait' y 'New Morning'. También, versiones de canciones de Johnny Cash.
Las maquetas fueron halladas en el fondo de un armario por el hermano de la fallecida casera del cantautor, quien heredó el piso, y se puso en contacto con el coleccionista Jeff Gold, quien compró el lote.
El comprador del mismo, ha reconocido que estas grabaciones no fueron creadas para su escucha, y de hecho fueron realizadas en frágiles discos de acetato. 'La calidad del sonido es increíblemente buena. Esta es una primera generación de grabaciones, tomadas directamente de la grabación original', explicaba Gold, y añadía que la autenticidad de los discos de acetato ha sido también confirmada por el entonces productor de Dylan, Bob Johnston
Johnston ha explicado que, en aquella época, la forma de trabajar con el músico, consistía en que Dylan grababa la canción, se la enviaba y él se la devolvía ya mezclada en los discos de acetato ahora encontrados, para que el cantante diera su opinión sobre el resultado final.
Gold ha asegurado que se plantea vender algunas de las piezas más raras por precios de hasta 7.000 dólares (5.114 euros). Ha cedido algunas a los managers de Dylan, pero su intención es quedarse con la mayor parte de estas grabaciones.
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