martes, 1 de diciembre de 2015

Críticas: The Dear Hunter - ''Act IV: Rebirth In Reprise''

The Dear Hunter - ''Act IV: Rebirth In Reprise''

8'5/10

rock progresivo/indie-rock


''Una vez que lo empiezas a escuchar, prepárate para engancharte a una auténtica obra teatral''.

Podéis tildarme de inculto musical o de lo que queráis, pero poco sabía de The Dear Hunter. Tan poco sabía, que nada más conocía el tema 'Bring You Down'' del álbum ''Migration'' (2013). Puto idiota.
Este álbum llegó a mis manos el pasado verano, casi sin querer, dejándome llevar más por la curiosidad y la intuición que por el aprecio a la banda, que poco conocía. Desde entonces he estado masticando y digiriendo este álbum que me ha acercado más aún al rock progresivo de los 70. El resultado de la experiencia, lo leeréis a continuación.

The Dear Hunter nació hace 10 años de la mano de Casey Crescenzo, quien por entonces era vocalista de la banda de post hardcore The Receiving End Of Sirens. Con el propósito de cambiar de aires, el inquieto musical Crescenzo decidió fundar The Dear Hunter, acercándose más a estilos musicales como el indie-rock y el rock progresivo.

En 2006 The Dear Hunter publicaba su primer acto, titulado ''Act I: The Lake South, The River North'', donde iniciaba la historia de un muchacho a principios de siglo. La historia continuaba en 2007 con ''Act II: The Meaning Of, And All Things Regarding Ms. Leading'', y en 2009 con ''Act III: Life and Death''. Los años siguientes, Casey Crescenzo decidió pausar la 'novela' publicando dos álbumes alejados de la historieta, ''The Color Spectrum''  en 2011, y ''Migrant'' en 2013, retomando en este 2015 la historia del chaval de inicios de siglo con ''Act IV: Rebirth In Reprise'', para el cual la banda ha decidido acompañarse de la orquesta californiana Awesome Orchestra.

'Rebirth' es el tema que inicia y resume lo que espera a los oyentes, por ese comienzo calmado con Casey Crescenzo a la voz viéndose interrumpido por una catarata de violines y trompetas que hacen un 'track' casi instrumental de tres minutos impecables. El progresivo queda a un lado para engancharnos con 'The Old Haunt' y 'Waves', temás más relacionados con el indie-rock por los estribillos pegadizos y por los coros de la segunda, que nos dejan verdaderos himnos para los directos. Una vez que lo empiezas a escuchar, prepárate para engancharte a una auténtica obra teatral.


Es en este momento, donde la sensación del tema introductorio vuelve a aparecer. donde la representación teatral de nuestra mente adquiere momentos cómicos y dramáticos, repartidos en casi 25 minutos y cuatro canciones: 'At The End Of The Earth', que recuerda en ciertos toques a los mismísimos King Crimson, 'Remembered', que podría encajar perfectamente en algún momento de 'Supper's Ready' de Genesis (una de las mejores canciones de la historia del rock progresivo), continuando con los 9 minutos de 'A Night On The Town', recordando a los mismos Genesis de Peter Gabriel otra vez con subidas y bajadas a lo largo de la pieza, donde el trabajo realizado por la orquesta es más que sobresaliente, para terminar esta parte de la obra con la dramática y melancólica 'Is There Anybody Here'.

Sin duda alguna, el cuidado con el que se ha realizado este álbum, puliendo hasta el más mínimo detalle, queda plasmado en esos 25 minutos de auténtica locura musical, perfecto para aquellos que buscan desesperadamente sonidos progresivos de los 70 y 80.

El álbum vuelve a retomar la alegría que le caracteriza con 'The Squeaky Wheel', y misterio con dos canciones unidas: 'The Bitter Suite IV and V: The Congregation the Sermon in the Silt' y 'The Bitter Suite VI: Abandon', donde la historia mezcla el oscurentismo y travesía por las replicas de ese muchacho perdido a inicios de siglo.

Es aquí donde pecan The Dear Hunter, no pudiendo logar un disco completamente perfecto, ya que a estas dos largas canciones les preceden cinco más de carácter más indie, haciendo algo pesada la escucha del álbum, siendo una auténtica pena, ya que algunas personas no llegarán a escuchar 'Wait', uno de los temas que cierran este elaborado disco, que sin duda alguna estará en muchas listas de lo mejor del 2015. Tiempo al tiempo.




Eduardo López de Ayala Alcántara

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