lunes, 9 de febrero de 2015

Críticas: Toundra - ''IV''

Toundra - ''IV''

8'5/10



Para muchos, que este cuarteto de rock instrumental, esté en bocas de todos, es algo que no sorprende. 
¿Cómo en este país, veneradores del ritmo musical sencillo, se puede llegar a lo más alto sin tener estribillo en las canciones? 
La respuesta se encuentra en los cuatro discos de estos madrileños, que recordemos, ficharon el pasado verano con el importante sello Century Media, lo cual está provocando que el nombre de Toundra, haya traspasado las fronteras españolas adentrándose en el mundo musical del resto de Europa. Y es que, gracias a esto, el viejo continente verá con sus propios ojos, la calidad de muchos músicos españoles que son castigados por el látigo de la indiferencia de muchos oídos.
Muy esperado y ansiado este ‘’IV’, compuesto por 8 canciones trabajadas hasta el más mínimo detalle, con subidas y bajadas en todas las canciones. Cada tema representa la vida y emociones de dos zorros que habitan y recorren un bosque. 
Comenzando por ''Strelka'', en los que un inicio ambiental y unos punteos de guitarras, nos confirman que, la esencia de la banda no se desvanece. ''Qarqom'' y ''Belenos'' siguen en la tónica de sus canciones más potentes, con unos ''riffs'' y una batería que se hacen notar durante toda la melodía. Entre ellas, encontramos ''Lluvia'', que durante 5 minutos hace de puente ambiental entre las dos anteriormente mencionadas.
A continuación de ''Belenos'', viene la sorprendente ''Viesca'', que quizás (si mi memoria no falla), una de las pocas canciones en las que Toundra presentan estribillo. Esta canción llama la atención por la inclusión de trompetas y violines, que recuerdan a canciones como ''Requiem'' (III) 
Punto álgido de nuestros compañeros de viaje. Pelos de punta.
A continuación, otros dos minutos de ''riffs'', punteos y ambiente con ''MRWING'',  para dar paso a ''Kitsune'', la cual posee uno de los mejores finales del álbum.
Finalmente, ''Oro Rojo'', la canción quizá mas emotiva del álbum, que comienza con las guitarras de Esteban Girón y Macón echando fuego, para más tarde traer la calma, dando el broche final con la muerte de uno de los dos zorros.
Sensacional. Sin ninguna duda, hemos encontrado nuestro oro rojo particular.

                                                                                                          
Eduardo López de Ayala Alcántara

No hay comentarios:

Publicar un comentario